miércoles, 25 de agosto de 2010

Capítulo 11


XI

Rutinas matinales

“Duna, estás perdiendo la cabeza. Ahora incluso sueñas con él”. Eso era lo que estaba pensando cuando casi me mato  al salir de la ducha. Nota para mí misma: intentar no estar distraída mientras desarrollo actividades de riesgo, mi integridad física me lo agradecerá.

- Duna, cariño. Deberías apurar se te está haciendo tarde, ¿no estarás haciendo dibujitos en el espejo con el jabón?

Maldita. Qué bien me conocía, supongo que será porque lleva ejerciendo de madre durante dieciséis años y conoce a la perfección mis quehaceres matutinos. Este en particular consiste en dibujar sobre mi reflejo con una pastilla de jabón. Un poco raro, ¿verdad? Lo vi por primera vez en “El show de Truman” cuando era pequeña y desde aquel día no puedo evitar distraerme añadiendo complementos a mi imagen especular siempre que estoy preocupada. Así, junto con otras muchas manía extrañas, consigo evadirme de la realidad para no afrontar mis problemas. Vamos, que estoy un poco zumbada pero, como a mí me gusta decir, de una manera encantadora.

- ¿Duna?
- Mamá… yo que tú intentaría tirar la puerta abajo… me da que se ha quedado dormida encima de la tapa del vater.
- ¡Tú! ¡Engendro diabólico! Más te vale quitarte de mi camino si no quieres que tu linda cara acabe comiendo moqueta –grité desde el interior del baño al ñordo que tenía por hermano.
- Eso me gustaría verlo…
- Gael, no piques así a tu hermana que va a acabar llegando tarde. Cielo, sal ya que es muy tarde.
- ¿Cómo de tarde?
- Muy, muy, muy, muy tarde enana.
- Mierda.

Afortunadamente conseguí llegar a tiempo al instituto. Lo malo es que llegué tan justa que no pude hablar con mis amigos antes de que comenzara la clase. Entré en mi nueva aula, la de 1º B, justo antes de que el profesor. Cuando me senté en una de las mesas libres, eché un vistazo al resto de la clase ya que con las prisas solo había mirado cuál era mi grupo y no me había fijado en quiénes iban a ser mis nuevos compañeros. Casi me da un patatús al comprobar que ninguno de mis amigos estaba en la clase. No podía ser. No podía tener tan mala suerte. ¿Por qué me tenía que pasar esto a mí? Éramos como un pelotón, preparados para defendernos de cualquier ataque enemigo, no podían separarnos, no podían dejarme a mí sola. ¿Cómo sobreviviría un año entero sin mis amigos?

- Tsss… Duna, quita las cosas de la silla que quiero sentarme.
- ¡Alba!- exclamé en un susurro para no interrumpir al profesor que ya había comenzado a hablar -¿Cuándo has llegado?
- Ahora mismo, mientras te pegabas uno de tus viajes astrales.
- ¡Oh! No sabes cuánto me alegro de verte. Por un momento pensé que iba a estar sola todo el curso.

Esta era Alba, mi mejor amiga. Nos conocíamos desde el jardín de infancia aunque no nos hicimos amigas de verdad hasta quinto de primaria, con diez años. Desde el fatídico día en el que decidí cortarme el pelo y pasé a ser la marimacho me quedé sin amigas. La única persona que se apiadó de mí fue Alba. Por aquel entonces tampoco gozaba de gran popularidad porque tenía que llevar un aparatoso corsé que le corregía su problema de escoliosis. Recuerdo perfectamente cómo se me acercó en un recreo con su sonrisa tímida y su bocadillo de mortadela. A partir de ese día nos apoyamos mutuamente en nuestro camino como marginadas sociales.

- Oye Duna, ¿qué es eso de que te veías sola todo el curso? ¿A qué te refieres?
- Los niños no están, creo que les ha tocado en otro grupo.
- No fastidies, ¿en serio?
- Como lo oyes. A menos que hayan llegado tarde pero me parece muy raro que Raúl se permita una impuntualidad el primer día de clase.
- Tienes razón, es imposible que llegue tarde con todas las alarmas que pone para cumplir su horario. Está totalmente trastornao. Ayer estuve hablando con Damián y me dijo que no lo aguantaba más, que lleva todo el verano agobiadísimo con las clases y dándole la chapa con que empieza una etapa super importante de nuestra vida, que tenemos que estudiar un montón, que nos va en ello nuestro futuro y patatín patatán.
- Dios, pobre Damián, tener que aguantarlo todo el verano…

Raúl y Damián completaban nuestro pelotón desde el primer curso de secundaria. A Damián lo adorábamos y a Raúl lo soportábamos, entre otras cosas, por ser primo de Damián. Nuestra unión nació fruto de la necesidad ya que los cuatro éramos los bichos raros de nuestra clase. Alba y yo por no poder deshacernos del San Benito que cargábamos desde primaria, Damián por tener más pluma que un nórdico de Ikea y Raúl por ser un empollón obsesionado con los estudios y la organización.

- Ahhh… y no sabes lo más fuerte de todo. Dami me contó que Raúl ha decidido echarse novia este curso y que lleva todo el verano haciendo un montón de deporte para ponerse cachas y comiendo un montón de proteínas y mierdas de esas –dijo Alba con su habitual cara de “te estoy contando algo super mega fuerte”
- ¿Qué dices? –le contesté con mi habitual cara de “qué cosa tan super mega fuerte me estás contando”.
- Sí, sí. Te lo digo en serio.
- Pero si Raúl es un mojigato que no puede ni decir “tetas” sin ponerse colorado.

Perfecto. Ya la habíamos líado parda. Si es que nosotras dos juntas teníamos mucho peligro. No dedicamos ni un solo momento de nuestra primera clase a algo productivo. Nos pasamos los cincuenta minutos cotilleando para ponernos al día. Ni las miradas asesinas del profesor consiguieron aplacar nuestras ansías parloteadotas.


Capítulo 12

 

5 comentarios:

  1. Estoy deseando ver a ese tal Raúl intentando echarse novia XDD

    Besitos
    Carmen

    ResponderEliminar
  2. Ûiss qué emoción, nuevo capítulo en cuanto enciendo el ordenador : ) yo SIEMPRE llego con el tiempo justo, me es imposible ser puntual u.u

    Más pluma que un nórdico del Ikea XDD aunque a mí lo que me mató fue lo del danés (I looove Denmark *¬*..y daneses macizos XD)

    Es que tus apelativos son tan originales que son dignos de mi header jeje qué bien me caes! jaja

    Nos leemos :DD

    ResponderEliminar
  3. jajaja como para que volviera bien lindo Raùl!!
    :)
    serìa super gracioso ay me gustò mucho este capìtulo, yo tambien hago dibujitos con el jabon... y en el espejo empañado, y en los cuadernos, y en cualquier cosa donde quepa un dibujito jajaja es que soy muy distraida :)hey en serio me encantò, sube el proximo pronto y yo intentarè hacer lo mismo cuando solucione los problemillas de mi blog :S

    besos ♥

    ResponderEliminar
  4. Jajaj madre mía me encanta como escribes. Muy divertida =)
    Me he quedado con ganas de saber más cotilleos de Duna y Alba.
    ¡Un beso!

    ResponderEliminar
  5. Vaya, llego con un poco de retraso, pero me encanta la historia.
    Estoy deseando saber más de las aventuras de Duna ;)

    ResponderEliminar